Busca promover la participación activa del alumnado, tanto en el aprendizaje como en la vida de la institución, en un marco de valores donde todos se sientan respetados y valorados como personas, las escuelas que buscan lograr una calidad educativa deben tomar en cuenta a las familias de sus alumnos para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más favorecedor.
La escuela debe preparar a los educandos para poder formar en ellos ciudadanos conscientes de su papel dentro de una sociedad. Logrando así el cumplimiento de uno de los fines de la educación nacional, logrando transformar la realidad social por medio de la educación.
Ciudadanos libres y críticos, capaces de optar por ideales de sociedades más justas y un futuro más equitativo y de igualdad, para lo cual la escuela a de convertirse en un mecanismo integrador y de calidad, pero no de una calidad enfocada a los resultados, sino de una calidad enfocada a la persona y a una sociedad más justa.
La calidad dentro una institución debe de ser sinónimo de formación de personas consientes para la sociedad y nunca de futuros trabajadores para un sistema de libre mercado y de globalización económica, sino más bien debe enfocarse en lograr que sus estudiantes sean capaces de cambiar el mundo a través de la educación, para lo cual se debe de tomar como indicadores de calidad aquellos que se sitúen en la línea de flotación de la justicia social y de la formación de ciudadanos.
La escuela de calidad es la que promueve el progreso de sus estudiantes en una amplia gama de logros intelectuales, sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su nivel socio económico, su medio familiar y su aprendizaje previo.
Para poder brindar una calidad educativa la planta docente debe tomar en cuenta todos los aspectos que tienen que ver con los educandos, atender a la diversidad y velar porque todos tengan las mismas oportunidades para lograr su máximo desarrollo.
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